jueves, 2 de mayo de 2019


No exageramos, entrar en el Dolmen de Menga es toda una experiencia sensorial, atravesar un túnel del tiempo, entrar en la catedral de la antigüedad europea por su monumentalidad, reconocida como Patrimonio Mundial en el conjunto Dolmenes de Antequera y con el añadido de estar bajo un dolmen cuya construcción supuso un comprometido esfuerzo colectivo. Los habitantes de la Vega de Antequera pusieron en aquel monumento su más esmerada mano de obra para ordenar y dar forma a unas descomunales losas en la primera gran obra de la arquitectura del continente.


Hay que retroceder más de 5.500 años. Hasta los tiempos del Megalitismo Europeo nos lleva la visita a Menga, enfrentarnos ya a su entrada es un escalofrío que nos eriza la piel. Habrás podido ver mil veces su imagen en fotos y postales, pero estar frente a Menga, en vivo, sin intermediarios, es rememorar recuerdos, aunque sea la primera vez que estés allí, supone un reencuentro con el pasado, una lluvia de historia, el silencio emergente en todo el entorno para que fluya una única comunicación entre el hombre y la piedra.

El dolmen de Menga puede considerarse un sepulcro de corredor. En la planta del sepulcro se distinguen tres zonas: un atrio, un corredor y una gran cámara funeraria. La longitud total del conjunto alcanza los 27,5 metros. No es algo que se pueda comparar con otra construcción de ninguna época, no se puede ver con la visión del hombre de hoy en día, avanzarás hacia Menga, pero retrocerás en el tiempo, el visitante se hace un hombre más primitivo, pero que no renuncia a su futuro.

Y desde dentro, cuando el visitante en el interior de Menga se vuelve hacia la salida, se llevará la sorpresa con su orientación. La Peña de los Enamorados, esa montaña misteriosa y mágica, ese rostro humano que emerge en la llanura, esa mirada permanente y protectora de los hombres del campo de la Vega de Antequera, Menga es un orgasmo a la entrada y a la salida, querer llegar para nunca partir, aunque te vayas lejos, aunque pase el tiempo, el impacto de los Dólmenes de Antequera Patrimonio Mundial ya siempre te acompañará.

La experiencia de entrar al Dolmen de Menga en Antequera es gratuita. Solo tiene que llegar al Centro de Recepción de Visitantes del sitio Dólmenes de Antequera. El centro cuenta con aparcamiento.

Podrá comenzar viendo en el centro de recepción el vídeo sobre la construcción de los Dólmenes de Antequera y posteriormente acercarse a la visita del Dolmen de Menga, orientado hacia la Peña de los Enamorados, y el Dolmen de Viera, ambos están en el mismo recinto. También es recomendable completar la visita con el Tholos del Romeral, a un par de kilómetros a las afueras de la ciudad. Son los tres monumentos megalíticos declarados patrimonio mundial por la UNESCO junto con el Torcal de Antequera y la Peña de los Enamorados. Para realizar la visita puede consultar los horarios en esta misma página web.